Todo empezó con dos puntos y un paréntesis. Los emoticonos 2.0 nacieron de manera natural, como una forma de reducir en dos caracteres la expresión de una emoción. Estoy contento y feliz pasó a ser : ) mientras que para mostrar decepción y tristeza sólo hacía falta cambiar la orientación del último símbolo : (
El objetivo de este post no es el de hacer un diccionario de emoticones. Seguro que corren un montón por la red. Un guiño, un llanto, un beso… Cuando los móviles aún llevaban botones y no existía el Whatsapp, la simple lectura de dos signos de puntuación nos hacían interpretar los antiguos SMS con uno u otro estado de ánimo. Hasta ese punto llegaba la importancia de abrir o cerrar un paréntesis. Una manera de aplicar lenguaje no verbal en un mensaje a distancia. Algo que, sin duda, creo que merece un análisis más en profundidad. Quizá otro día.
Hoy, esta introducción me sirve para hablar de la nueva campaña gráfica de Coca-Cola. McCann Erickson saca provecho y partido de lo dicho hasta ahora y lo traslada a la firma de referencia en el terreno de la felicidad. Un simple encuadre del logo (y me imagino que algún retoque) nos traslada la sensación de la que la marca más famosa del mundo ha hecho bandera.
Una vez más, lo sencillo se convierte en genial. Porque llega, porque está por encima de las diferencias idiomáticas, porque consigue sacarte una sonrisa. Simplemente, porque esta nueva campaña es diferente de lo que se hace hoy en día. Tiene un punto retro. Tiene chispa.